Evaluación vs. Calificación

Antes de empezar a hablar de la evaluación en sí, es necesario hacer una distinción entre dos conceptos que suelen crear una equivocación terminológica y que frecuentemente son difíciles de diferenciar, tanto en la teoría como en la práctica. Estos dos conceptos son la evaluación y la calificación.

Por un lado, la calificación aúna todos sus esfuerzos en la búsqueda insistente sobre cómo “evaluar” con fundamentos científicos que aseguren el rigor de los procedimientos razonablemente programados, tratando de garantizar procedimientos objetivos. Trata de concentrar todo su interés en qué, cuándo y cómo calificar, intentando equilibrar las relaciones y desunir al sujeto que entiende del objeto de conocimiento, al alumno que aprende de la persona que le educa, con el objetivo de corregir y determinar la “calidad” de lo aprendido estableciendo una concreta calificación, que valdrá de base para la clasificación.

Por otro lado, en contraposición tenemos la evaluación, la cual se apoya en valores principalmente de carácter formativo. Por lo tanto, es esencial tener un conocimiento de qué y por qué sucede lo que tiene lugar en clase. Esto quiere decir, que se necesita disponer de información útil e importante de la vida escolar, reuniendo la atención tanto en los procesos como en los diferentes contextos involucrados en el aprendizaje y en la enseñanza.

Estos dos conceptos son equiparables a la visión tradicional, en la cual se “evalúa” para calificar al alumno, y la visión alternativa, en la cual el objetivo de la evaluación es mejorar el proceso.

Una vez realizada esta separación teórica tan necesaria entre la evaluación y la calificación, en las siguientes entradas daremos paso a los paradigmas de la evaluación.

¡Nos vemos en la siguiente entrada!

#EvalúaenEF

Referencias bibliográficas:

Alcaraz Salarirche, N. (2015). Evaluación versus calificación. Aula de Encuentro, 2 (17), 209-236. Recuperado de https://revistaselectronicas.ujaen.es/index.php/ADE/article/view/2662/2134